El nuevo producto de Polaris desvelado este fin de semana, una especie de Caterham o KTM X-Bow de tres ruedas, se ha quedado finalmente en un producto bastante desangelado. No tiene las prestaciones de un X-Bow, ni la rabiosa agresividad de un Caterham Seven. Parece ser que Polaris lo único que ha tratado de hacer es reconvertir uno de esos cochecitos que los multimillonarios llevan al golf, en un coche apto para conducir en carretera. La pena de todo ello es que acaba siendo un producto muy peligroso por su inseguridad, que nace ya del uso de las tres ruedas.
La verdad es que este "capricho" (porque no deja de ser eso, un capricho para ricos) cuesta la friolera de 20.000 euros (por casi la mitad ya tienes un Renault Twingo de los nuevos, y es mucho más coche que "esto"). Se podría pensar que por ese precio obtenemos a cambio un divertido coche tipo karting, pero ni en sueños. Su motor lo han cogido prestado de GM, es un motor de 2,4 litros, que por esa cilindrada ya puedes imaginarte que su potencia no es poca. Pues sí: 173 CV a las 6.200 rpm. Lo más lamentable de todo es que han unido el propulsor a una caja de cambios manual, una obsoleta transmisión de cinco velocidades. Lo más irrisorio de todo es que el coche no tiene ni radio ni parabrisas, si lo quieres tener deberás irte por la versión SL de 24.000 euros.
En resumen, que nuestro consejo a Polaris es que se deje de inventos raros y que se siga dedicando a las motos de nieve. En el campo de los automóviles deportivos aún se les ve demasiado perdidos. Eso sí, seguro que alguien pica y se lo compra.
| Redacción: Revista Coche
No hay comentarios:
Publicar un comentario