Los tres prototipos del Range Rover híbrido continúan progresando en la "Ruta de la Seda 2013" a través del desierto de Uzbekistán y las altas montañas de Kirguizistán, a un paso de cruzar la frontera y adentrarse en China.
Los Range Rover se han abierto camino esta última semana a través de los polvorientos caminos del desierto de Uzbekistán paralelos a la legendaria ruta del comercio de la seda, perdiendo sólo un poco de tiempo para cruzar la frontera, justo antes de adentrarse en las espectaculares y altas montañas de Kirguistán.
En la cuarta semana de la expedición de dos meses de ruta, el convoy ha llegado a Taskent, capital de Uzbekistán, parada obligada para comerciantes, viajantes y mercenarios en la histórica Ruta de la Seda. La siguiente parada ha sido Kirguistán, el 11º de los 14 países incluidos en la ruta.
En este momento de la ruta, los Range Rover híbridos y sus conductores se han enfrentado a las pruebas más duras de la expedición hasta el momento. Han encarado la cordillera de Fergana, en la que los vehículos han atravesado en la oscuridad pistas de barro y estrechos caminos. La expedición decidió acampar y pasar la noche en un claro a tan solo 19 kilómetros de la cima, pero al reiniciar su ruta, la llegada a la cima les llevó varias horas. Unas fuertes lluvias hicieron de los caminos un recorrido abrupto e inclinado, lleno de lodazales, en el que los vehículos 4x4 híbridos más capaces del mundo tuvieron que abrirse camino poco a poco.
La prueba adicional a la que se ha sometido la expedición esta semana ha sido la altura. Primero, en caminos por encima de la cota de nieve local, el convoy se enfrentó a gélidos vientos a 1.760 metros de altura, mientras a sus pies encontraban una densa capa de nubes. Al día siguiente, alcanzaron los 3.350 metros de altura, aprovechando una altiplanicie para instalar el campamento. Dos días después, la expedición tomó vías pecuarias plagadas de grandes rocas a una altitud 3.973 metros, lugar en el que los médicos del equipo tuvieron que controlar el ritmo cardíaco de cada individuo y los niveles de saturación de oxígeno en sangre, en previsión a un posible mal de altura en el paso del convoy por el Himalaya.
Durante el descenso hacia Biskek, capital de Kirguistán, los Range Rover híbridos a menudo eran capaces de viajar solo con sus motores eléctricos, deslizándose cuesta abajo en completo silencio y aprovechando las fases de frenado para recargar la batería.
En su camino hacia el este de Biskek, la expedición "Ruta de la Seda 2013" pasará una noche más en Kirguistán antes de cruzar la frontera con China.
| Fuente: Land Rover
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