Fama y glamour rodean a Ferrari por donde quiera que va, y en China, hábidos siempre de novedades que entretegan un poco su férreo régimen comunista, ver a Montezemolo es para ellos más que ver a una estrella del cine. Como a un auténtico emperador le han recibido, en la clausura de la celebración de los 20 años de la presencia de Ferrari en China. El evento tuvo lugar en Guangzhou (donde se está celebrando el Salón del Automóvil), y cientos de miles de personas esperaron expectantes en la calle a que pasara "el emperador" y les regalase, al menos, con un gesto, o una mirada.
Lógicamente, el presidente de Ferrari se deshizo en elogios con ellos, sea por corazón o por necesidad, porque sabe muy bien que China es el segundo mercado más importante, a nivel global, de Ferrari, después de Alemania. Más de 700 superdeportivos han vendido allí, en donde tiene nada menos que 25 concesionarios. Y es que, mientras la mayoría de chinos se mueren de hambre y otros se ven obligados a emigrar y malvivir en mafias en otros países (europeos entre ellos), los mandamases del régimen dictatorial (recordemos que allí hasta Internet está vigilado y la mayoría de páginas tienen que pasar por proxies gubernamentales) disfrutan su buena vida a bordo de estos coches de superlujo. Por posts como éste nos cortarían la cabeza en China (y no lo digo sólo metafóricamente). Desafortunadamente, ningún chino lo podrá leer.
| Redacción: Revista Coche | Alcance: China
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