Audi A3 Sportback TCNG, o cómo funcionar con combustibles más ecológicos


Con el A3 Sportback TCNG, Audi da un gran paso hacia la movilidad sostenible. El compacto cinco puertas capaz de funcionar con Audi e-gas, un combustible con emisiones neutras de CO2, llegará al mercado en 2013. Audi es el primer fabricante de automóviles del mundo en desarrollar toda una cadena de energías sostenibles, cuyos productos finales son hidrógeno y el Audi e-gas sintético. Con este combustible, el Audi A3 Sportback TCNG aúna de un modo inédito ecología, economía y alta tecnología.

El nuevo Audi A3 Sportback TCNG presenta los más recientes avances de la tecnología de propulsión con gas, comenzando por el almacenamiento del combustible. Sus dos depósitos de presión, situados debajo del piso del maletero, contienen unos 8 kg de gas natural cada uno.



Siguiendo las premisas del principio de construcción ligera Audi ultra, se utilizan depósitos de presión fabricados con compuestos plásticos. Dichos depósitos almacenan el gas a una presión de hasta 200 bares, y pesan alrededor de un 70% menos que los depósitos de gas convencionales; cada uno es cerca de 27 kg más ligero. Su estructura está formada por una novedosa matriz. Una capa de plástico de poliamida estanca al gas constituye la capa interior, una segunda capa de material plástico reforzado con fibra de carbono (CFRP) proporciona la máxima resistencia mecánica, y una tercera capa de material plástico reforzado con fibra de vidrio (GFRP) ofrece una robusta protección contra posibles daños procedentes del exterior. Como aglutinante en los materiales CFRP y GFRP empleados se utiliza resina epoxi de alta resistencia mecánica.

Un segundo aspecto a destacar en el Audi A3 Sportback TCNG es el regulador electrónico de la presión del gas. Este componente reduce la alta presión con la que el gas sale de los depósitos en dos fases, hasta situarla entre los 5 y los 9 bares. De este modo, en el conducto común de gas y en las válvulas de insuflado se dispone siempre de la presión adecuada; baja para una conducción eficiente en los regímenes bajos y alta cuando el conductor demanda potencia y par motor.


Cuando la presión en el depósito baja de los 10 bares aproximadamente, la gestión del motor cambia de forma automática al modo de gasolina. El Audi A3 Sportback TCNG es bivalente, es decir, puede funcionar indistintamente con los dos combustibles, y a pesar de la optimización del motor para el modo de gas natural, proporciona los mismos valores de potencia y de par motor en el modo de gasolina.

En modo de gas recorre más de 400 km, y con gasolina cubre otros 780 km en caso necesario. Su autonomía total equivale, por lo tanto, a la de un Audi A3 TDI. Dos indicadores en el cuadro de instrumentos informan al conductor con un simple vistazo sobre los niveles de llenado de los depósitos. Las bocas de llenado se encuentran debajo de una tapa común.

El motor se basa en el 1.4 TFSI de nuevo desarrollo. Las modificaciones más importantes afectan a la culata y a la sobrealimentación turbo; también el sistema de inyección y el catalizador han sido específicamente adaptados al modo de gas. Con 110 CV (81 KW) y 200 Nm de par motor, el A3 Sportback TCNG alcanza una velocidad punta de más de 190 km/h. El compacto Premium de cinco puertas hace gala de toda la competencia tecnológica de Audi. La tecnología de construcción ligera Audi ultra le ayuda a mantener un peso reducido, y tanto en el ámbito del infotainment como en los sistemas de asistencia al conductor establece nuevas pautas en su segmento.

Por cada 100 km, el ultraeficiente Audi A3 Sportback TCNG sólo consume 3,6 kg de gas natural o Audi e-gas, un combustible que se genera en el marco del Audi e-gas project. Las emisiones de CO2 en el escape permanecen en ambos casos por debajo de los 100 gramos por km. Más atractivo resulta aún el balance de los gases de efecto invernadero desde el punto de vista del concepto well-to-wheel, que tiene en cuenta todos los factores desde la fuente del combustible hasta la rueda. Cuando el A3 Sportback TCNG circula con Audi e-gas no se emite ningún CO2 que antes no haya sido fijado en su producción; un circuito cerrado. Si en el concepto global se incluye el consumo de energía requerido para la edificación de la instalación de e-gas y para la construcción de los aerogeneradores, las emisiones de CO2 siguen estando por debajo de los 30 gramos por km.

Está previsto que los clientes del Audi A3 Sportback TCNG puedan repostar e-gas en las estaciones de servicio CNG públicas mediante un método de balance certificado, similar al que existe en relación con la corriente ecológica. La cantidad de e-gas, que al pagar se carga automáticamente en cuenta a través de una tarjeta de repostaje especial, queda registrada de forma centralizada y se resta a la cantidad de e-gas que la instalación de e-gas alimentó a la red de gas natural.


El proyecto Audi e-gas
La instalación de Audi e-gas, actualmente en construcción en Werlte (Emsland, Alemania), funcionará con electricidad renovable (procedente por ejemplo del viento o de la energía solar). A causa de la creciente expansión de las energías renovables crece la cuota de fuentes de energía volátiles; en algunos momentos hay una oferta excesiva de corriente y en otros una escasez de corriente. La instalación, con una potencia absorbida de unos 6.000 KW, recibirá corriente preferentemente en momentos de oferta excesiva. De este modo la instalación contribuye también al almacenamiento a largo plazo de energías renovables y con ello a dar una solución a uno de los principales problemas de la transición energética.

En una primera fase, la corriente se transforma en hidrógeno producido de modo regenerativo por medio de la electrolisis (Audi e-hydrogen), el combustible para los futuros automóviles de pila de combustible como el pionero tecnológico Audi Q5 HFC. Hoy en día falta sin embargo la infraestructura necesaria para el suministro de hidrógeno. Audi soluciona este problema con otra innovadora etapa del proceso: mediante la combinación del hidrógeno con CO2 se obtiene en el sistema metano sintético renovable: el Audi e-gas. Este sustituto del gas natural se puede alimentar in situ a la red de gas natural y así almacenarse.

La instalación de Audi e-gas en Werlte, que Audi está construyendo actualmente junto con la empresa de construcción de instalaciones SolarFuel, será la primera instalación del mundo a escala industrial que transforme la corriente renovable y el CO2 en un gas natural sintético que se puede almacenar.

La instalación de Audi obtiene el CO2 de una planta de producción de biogás. La instalación de producción de biogás no se alimenta de plantas energéticas, sino de residuos orgánicos, con lo que se evita toda rivalidad con la producción de alimentos. El CO2 es un producto residual de la instalación de producción de biogás que de otro modo iría a parar a la atmósfera. La instalación de Audi e-gas fija el CO2 en el combustible. De este modo, el Audi e-gas es un combustible climáticamente neutro; en la combustión en el motor se libera exactamente la misma cantidad de CO2 que anteriormente se ha fijado en la instalación de e-gas.


El Audi e-gas es un combustible con mucha energía y con unas características químicas idénticas a las del metano fósil, principal componente del gas natural, y sirve estupendamente para accionar motores de combustión. Se estima que la planta de Werlte producirá a partir de 2013 unas 1.000 toneladas de metano al año, fijando así 2.800 toneladas de CO2. Con el Audi e-gas generado a partir de fuentes renovables, 1.500 Audi A3 Sportback TCNG pueden recorrer anualmente 15.000 kilómetros cada uno con emisiones neutras de CO2. En 2015 Audi lanzará al mercado un segundo modelo TCNG basado en el A4.

También la industria energética alemana podría beneficiarse a medio plazo del concepto del Audi e-gas project, ya que da respuesta a la cuestión todavía abierta de cómo almacenar electricidad ecológica de modo eficiente e independientemente del lugar en el que se produce. Si sopla mucho viento en el mar, el excedente de electricidad se puede transformar en Audi e-gas y almacenarse en la red pública de gas que, con sus 217 teravatios-hora de capacidad, es con diferencia el mayor acumulador de energía de Alemania. Si se desea, desde la red de gas se puede volver a transferir la energía a la red eléctrica en cualquier momento.

El potencial del acoplamiento de las redes de electricidad y gas para almacenar energía eólica o solar en grandes cantidades puede suponer un importante impulso para el desarrollo de las energías renovables. El Audi e-gas project se puede trasladar fácilmente a otros países en los que existan redes de gas natural.




| Fuente: Audi

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