Ford presenta su nueva furgoneta "familiar", porque eso quiere ser: una especie de monovolumen "a lo grande", como un Mercedes-Benz Viano, que sirva para aquéllos con mucha familia o para los que deseen una herramienta de transporte para el trabajo. Supone también la interpretación del lenguaje estético de la marca, el Kinetic Design, en un modelo de pasajeros.
Bajo el capó estará el motor Duratorq diesel de 2.2 litros (TDCi), que se ofrecerá con tres potencias diferentes: de 100 CV, 125 o 155. Todos los modelos tendrán tracción delantera (no se han exprimido mucho el cerebro, como comprenderás), y sobrecarga de tantos "gadgets" electrónicos, a la moda de los turismos de hoy en día. Para que se te estropee alguna cosa cuanto antes posible y tengas que seguir rendiendo cuentas a los talleres oficiales. Tontos no son, ¿o qué te pensabas?
Pero dicho esto último, lo cierto es que presenta funciones interesantes, como el Start-Stop, o aviso de salida de carril. Por último, apuntar solamente que esta furgoneta se venderá "en todas partes", en todos los mercados de Ford... menos en los Estados Unidos. Porque los clientes norteamericanos la tirarían por un barranco. Porque en los Estados Unidos (y Nissan lo sabe muy bien, que vende vehículos comerciales exclusivamente para esa zona) prefieren tracción de verdad (o sea, propulsión), caja de cambios de verdad y no "un palo con una bola enganchado a algo", y elementos electrónicos útiles. No una conexión vía satélite que nunca vas a utilizar ni te va a hacer falta saber para qué sirve.
| Redacción: Revista Coche
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