Arval, compañía especializada en renting perteneciente al grupo BNP Paribas, prevé ofrecer dentro de la cuota mensual que las compañías deben abonar por el alquiler y uso de sus vehículos a corto plazo, una partida específica para compensar voluntariamente las emisiones de CO2 de su flota.
Esta contribución, que podría generalizarse en el mercado en el plazo de uno o dos años, se aplicará en el momento de la entrega del vehículo, de manera que las empresas puedan compensar al 50% e incluso al 100% las futuras emisiones de cada uno de sus automóviles -es decir, individualmente- antes de su puesta en circulación.
El perfil de los usuarios que comienzan a mostrar su interés por la compensación se corresponde directamente con grandes compañías vinculadas a sectores estratégicos como la energía o la banca, así como corporaciones que prestan servicios a la Administración Pública donde las "prácticas más limpias" son "casi obligatorias" ya que pueden favorecer la adjudicación de contratos por concurso.
En opinión de Arval, las compañías de renting deben actuar como prescriptoras de esta práctica entre las grandes empresas, enmarcándola dentro de su política de Responsabilidad Social Corporativa (RSC) orientada a una flota más limpia y comprometida con el medio ambiente pero también "más rentable" en términos económicos por sus menores motorizaciones y consumo de carburante.
Según el director de Nuevos Mercados de Arval España, Stefano Berlenghi, "sólo si las grandes empress hacen bien sus deberes se conseguirá que la compensación de emisiones se convierta en una práctica generalizada en todo el mercado, de manera que cualquier cliente privado tenga también la oportunidad, a través de su concesionario, de compensar voluntariamente las emisiones de su vehículo en su factura de compraventa".
Por un "impacto cero emisones"
Con el fin de promover el "impacto cero" entre los vehículos de empresa, Arval está calculando previamente las emisiones de CO2 generadas por el vehículo y/o flota, con el fin de fijar los objetivos de reducción de emisiones y definir un plan de acción para seleccionar vehículos más limpios y promover una conducción más eficiente entre los usuarios.
Asimismo, si no se alcanzan estos objetivos, propone posibilidades de compensar este "exceso" a través de la inversión en proyectos solidarios de carácter forestal (conservación de selvas, reforestación de bosques), energético (creación de energías limpias, renovables...) o tratamiento de residuos en países en vías de desarrollo.
De esta forma, España se suma a una tendencia ecológica presente ya en otros mercados europeos como Francia o Reino Unido donde las empresas son muy conscientes de la importancia de reforzar su RSC e imagen de marca con iniciativas como ésta. "En España, comienza a haber un cambio de conciencia hacia la responsabilidad social y el medio ambiente y las compañías de renting debemos liderar este cambio con propuestas de carácter forestal que lo hagan posible", concluye Berlenghi.
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