Ahorra un día al año usando tarjetas inteligentes


Subimos al autobús, pasamos el billete y, de repente, un fatídico pitido indica que no hay viajes disponibles. Nos disponemos a sacar un billete sencillo, pero en la cartera sólo hay 10 euros y el máximo para pagar en los autobuses urbanos son 5 por lo que la única alternativa es ir a un establecimiento para poder adquirir un nuevo billete.

Esta situación que viven a diario millones de ciudadanos supone una pérdida de tiempo no sólo para ellos sino para el resto de viajeros. Sin embargo, la implementación de nuevas tecnologías en el transporte público podría aumentar la velocidad comercial del viaje hasta en un 10%, lo que permitiría al ciudadano recuperar un día al año. De hecho, si los autobuses circulan a 13,2 kilómetros por hora en lugar de a 12, los 7 kilómetros de media que hace cada viajero en un día laborable supondrían un ahorro de unos 5 minutos al día.



Con motivo del XXII Congreso Nacional de Transporte Urbano y Metropolitano organizado por la Asociación de Empresas Gestoras de Transportes Colectivos Urbanos (ATUC) y Vectalia Subús en Cáceres, los profesionales del sector analizan las nuevas tecnologías en las que vienen trabajando para promover este medio de transporte y hacerlo más accesible y cómodo para la población.

Sin dinero físico
El desarrollo de los sistemas tarifarios inteligentes es una de las piezas "estrella". Algunas empresas han empezado a trabajar en pruebas piloto en cuya primera fase se introducirá el pago del billete sencillo a bordo mediante tarjetas bancarias sin contacto, el contactless.

Es más, según G&D, los sistemas de pago y acceso sin contacto incrementarían la capacidad del transporte entre un 10% y un 50%. Actualmente en España se producen más de 3.000 millones de viajes al año de los que un 60% son en tren y un 40% en autobús. Este cambio tecnológico eliminaría los cuellos de botella en puntos de venta y de accesos, a la vez que reduciría los costes operativos del servicio y la posibilidad de explotar nuevos modelos de negocio.

Además, utilizar tarjetas inteligentes o incluso el teléfono móvil cómo método de pago evitaría esperas innecesarias no sólo en la adquisición del billete o del abono sino en las propias paradas, donde el ciudadano español espera de media entre 5 y 15 minutos, ya que el conductor no tendría que cobrar en el propio vehículo. En la actualidad, uno de cada diez viajes en autobús se pagan "in situ", aunque en algunas ciudades se alcanza el 35%.

Precisamente, con el objetivo de disminuir el tiempo de los trayectos, ATUC reclama el uso de las paradas dobles que ya funcionan con éxito en ciudades como Barcelona, Valencia y Las Palmas de Gran Canaria. Así, cuando llega un autobús se detiene en el punto más avanzado permitiendo que el resto de autobuses que vienen detrás puedan realizar la misma operación sin tener que esperar a que el primero se ponga en marcha.

Ojos que ven… Transporte más eficiente
La revolución tecnológica de los últimos años hace indispensable la adaptación de este sector para no quedarse rezagado. Por ello, los sistemas de transporte inteligente (ITS) vienen pisando fuerte. Uno de ellos son las cámaras ubicadas cerca de las puertas para contar cuántas personas suben y bajan del autobús. Un solo vehículo puede llegar a transportar al día a más de 1.000 personas.

Su utilidad no sólo reside en la seguridad de los viajeros, también en caso de que la capacidad del vehículo se aproxime al límite, ya que sería posible que la compañía envíe automáticamente otro autobús vacío para esa línea, evitando el hacinamiento y la espera del usuario.

Simplificar los billetes
Seguro que más de una vez ha necesitado más de un billete en un solo trayecto con el incordio que eso supone en tiempo y dinero. Quizás por ello uno de los sistemas más demandados por la propia ciudadanía es la existencia de un billete integrado, es decir, válido para todo los medios de transporte (cercanías, metro, bus...) De momento, en una ciudad como Madrid el usuario puede llegar a necesitar hasta cinco billetes para moverse con diferentes transportes.

En este sentido, para el secretario general de ATUC, Jesús Herrero, "una implementación de este tipo facilita la vida del viajero y fomenta el uso del transporte público. De hecho, en Barcelona este sistema funciona con éxito desde hace más de diez años".

Una mirada al futuro gracias a la biometría
Quizás una de las características de la tecnología actual es que parece no tener límites. Mirando al futuro, una de las medidas más valoradas es el uso de la biometría en el transporte público. Por ejemplo, el uso de la huella dactilar como método de pago o el reconocimiento facial.

Este tipo de tecnología no sólo está orientada a hacer la vida más fácil, sino que también elevan la seguridad, ya que evitarían fraudes por suplantación de identidad o ayudarían a localizar a un delincuente. Aunque parezcan técnicas futuristas, muchas entidades bancarias ya las aplican, mientras que otros sectores, como el hotelero, están estudiando su implantación.

| Fuente: ATUC | Alcance: España

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