Cada modelo de Porsche tiene un nombre oficial y un código interno. En ocasiones, ambos coinciden, pero no siempre es así. Algunos sueños son difíciles de expresar con palabras porque tienen nombres muy complejos. Un ejemplo es el Porsche 356 A 1500 GS Carrera que, en 1955, sorprendió a los entusiastas de los automóviles de todo el mundo. Visual y técnicamente, el elegante deportivo era soberbio: "Mira, ahí va un Porsche tres cinco seis, A, mil quinientos…" y, antes de haber terminado de nombrarlo, ya había pasado por delante a toda velocidad, pues era capaz de alcanzar los 200 km/h.
Es cierto que estas nomenclaturas pueden resultar a veces complicadas. Sin embargo, a menudo hay una explicación lógica para la designación de cada modelo. Siguiendo con el ejemplo del Porsche 356 A 1500 GS Carrera: estaba basado en el Porsche 356 de la refinada serie A, tenía una cilindrada de 1.500 centímetros cúbicos y fue catalogado como un coche especialmente rápido mediante las siglas GS (Grand Sport) y el término español Carrera.

