Desde 1929, Peugeot se distingue en el mundo del automóvil por nombrar sus turismos con un número de tres o cuatro cifras. Si la de las centenas o la de los millares sitúa al coche dentro de la gama de la marca, la de las unidades define su "generación" histórica. Este sistema se ha mantenido, prácticamente sin alteraciones, durante décadas. Las novedades más notables han sido recurrir a dos ceros para distinguir las nuevas siluetas como los SUV y los monovolúmenes y añadir la "E" para identificar a los coches eléctricos.
Esta tradición nació con el Peugeot 201, un modelo de gama media que fue clave para la supervivencia de la marca durante la Gran Depresión y aportó importantes innovaciones en la forma de concebir, diseñar fabricar y vender coches.