Geb: Muchas gracias, Droid, por aceptar la invitación y acompañarnos en esta serie de entrevistas que llevamos a cabo para Revista Coche, y en las cuales algunos de sus propietarios nos presentan sus vehículos. En tu caso se trata de una Mercedes-Benz L319 de los años sesenta, ni más ni menos. Cuéntanos tu historia con esta furgoneta.
Droid Drika: Lo primero darte las gracias a ti por considerarme digno de este espacio, y abrirme las puertas de Revista Coche, y lo segundo aclarar que en el caso de la Mercedes-Benz L319 estamos hablando de un furgón, no de una furgoneta...
Geb: Ah, bien...
Droid Drika: Respecto a mi historia con él, viene de muy antiguo. Se fabricó hasta finales de los sesenta, así que puede decirse que crecí viéndolo puesto que, aunque no soy de la generación de esos años, en mi niñez aún rodaban muchos de estos L319 por ahí. Luego sería sustituido por el Mercedes-Benz T2, que estaría en el mercado - con varios restlying - hasta 1996, o sea, un montón de años.
Sin embargo el T2 nunca me atrajo demasiado, pero sí el L319. Me encantan sus formas redondeadas, su frontal tan simpático, inspira una imagen de furgón divertido, casi como bromista.
En los años ochenta yo trabajaba en un matadero, era un sitio inmenso, que tras ser derruido se levantó en el solar ahora un centro comercial. Pues en aquel matadero, que como digo era enorme, había edificios o alas abandonadas, que habían caído en desuso, y en uno de ellos se habían ido almacenando vehículos antiguos. Había un camión de bomberos de ruedas con radios de madera, ¡imagínate la antigüedad que tendría! Junto a él un señor guardaba un imponente Seat 132 y, casi a su lado, un furgón Mercedes-Benz L 319. El L319 era el único que funcionaba, y de hecho muchas veces ese señor lo conducía y era habitual que anduviese con él, llevando y trayendo cosas. Era un viejo modelo -y por cierto, de este mismo color azul oscuro-, pero aún funcional, y eso demostraba lo robusto que era. Así que me enamoré de aquel enorme furgón casi al instante. Era como un simpático gigantón.
Geb: ¿Qué nos puedes contar de tu Mercedes-Benz L319 en concreto?
Droid Drika: Bueno, me gustaría añadir que el Mercedes-Benz L319 fue fabricado también en España, y no solo en Alemania, lo que demuestra el potencial industrial que teníamos antes. En concreto se ensamblaba en Vitoria.
El Mercedes-Benz L319 fue innovador en su tiempo. Suponía tener un furgón muy cercano a lo que era un camión, con las ventajas de una furgoneta, como una caja cerrada. Eso permitía transportar grandes mercancías cubiertas y seguras. Además, uno de los aspectos que enseguida llama la atención del Mercedes-Benz L319 es su gran distancia entre ejes. Hay una cosa de él que me encanta, y que si te fijas enseguida salta a la vista, y es su tren delantero tan adelantado, casi pegado al parachoques. Eso permite que los giros y maniobras del conductor se realicen siguiendo el morro del vehículo, lo que da mucha agilidad.
Geb: ¿Y cómo surgió este furgón?
Droid Drika: Interesante pregunta. Hay gente que no sabe que el Mercedes-Benz L319 se hizo realidad gracias a Volkswagen. En efecto: Mercedes-Benz vio el éxito de su competidor con el Transporter T2, y vio que los beneficios en esa categoría de furgonetas y furgones eran demasiado suculentos como para dejarlos escapar, de manera que en 1955 presentó al público el L319. Los críticos fueron eso: muy críticos, sin embargo enseguida cautivó a los clientes, y eso era al fin y al cabo lo que interesaba.
Geb: Esta furgoneta (perdón: furgón, nunca aprendo...), pesa más de tres toneladas y media, es decir, más de 3.500 kilos, que es el límite con el que se permitía conducir en el permiso B. ¿Se puede conducir ahora con ese permiso?
Droid Drika: En efecto, el Mercedes-Benz L319 pesa exactamente 3.600 kilos, peso bruto estamos hablando, con carga incluida. Es por poco, pero supera en solo 100 kilos el peso máximo autorizado con el que el carnet B permite conducir, que como bien dices son 3.500 kilos. O más bien eran, porque en 2009 hubo una primera reforma, para adaptarse a una normativa europea que pretende favorecer los vehículos comerciales de combustible alternativo (electricos, a gas...), que permitía conducir con el carnet B vehículos comerciales de hasta 4.250 kg. Eso produjo un cambio en el Código de Circulación, que llevó a que en 2020 se introdujera definitivamente esa modificación, con lo que la MMA (Masa Máxima Autorizada) para el carnet B pasaba a ser de esos 4.250 kilos.
Ahora bien, hay que tener en cuenta un detalle importante: esa modificación responde a que, por cuestiones técnicas (los vehículos eléctricos añaden bastante peso extra debido a las baterías) los modelos de combustibles alternativos son más pesados, por ello el peso total de ese tipo de vehículos se incrementa. La norma ya menciona explícitamente que ese aumento de peso, para que se pueda conducir con el carnet B, ha de ser sólo y exclusivamente para modelos de combustibles alternativos, y obviamente en ese tipo de furgones no entra el Mercedes-Benz L319. Así que no, no puede conducirse con el carnet B "a secas", porque al ser un modelo antiguo la nueva norma no lo contempla. El permiso de conducir vehículos de cuatro toneladas doscientas con el carnet B sólo es válido para modelos con plataformas y tecnología alternativas.
Geb: ¿Entonces tengo que sacarme el carnet de camión para conducir un Mercedes-Benz L319, Droid?
Droid Drika: Así es, es incomprensible pero si nos atenemos a lo que dice la ley, es necesario el C1, que permite conducir vehículos desde 3500 kilos hasta los 7500 kilos. Por poco, pero necesitaríamos el C1, que es el carnet "básico" de vehículos de carga, por decirlo así. Y es que si ya el antiguo carnet B (y el actual) permitía conducir vehículos de hasta 4.250 kilos en total, en conjunto, era con remolque si éste no excede los 750 kgs, ya que el vehículo principal seguía estando limitado a los 3.500 kilos. Para el B deberemos obtener la autorización B-96, que supone superar una prueba de conducción consistente en estacionar el remolque marcha atrás, y desengancharlo.
Geb: Perdona, pero me parece una soberana estupidez que te obliguen a una prueba de ese tipo, si quizá nunca vas a conducir un remolque, y sin embargo puedas conducir un furgón eléctrico de más peso sin prueba alguna.
Droid Drika: Así es, es una soberana estupidez, puesto que eso no garantiza que sepas conducir bien un remolque y, además, tampoco tiene nada que ver con el ligero aumento de peso de estos furgones, pero es lo que hay.
Geb: O sea, que si quiero conducir este tipo de furgones con mi carnet "estándar" B, por decirlo para que nuestros lectores lo entiendan, no puedo, y tengo que sacarme la autorización del C1, aunque el resto sí puede conducir sus furgones de más de cuatro toneladas, si son eléctricos y aunque pesen más.
Droid Drika: Así es.
Geb: ¿Aunque pueda conducir esos furgones "alternativos", digamos, mucho más pesados, siendo eléctricos sin prueba ni control de ningún tipo...?
Droid Drika: Sí.
Geb: Pues insisto en que es una soberana gilipollez.
Droid Drika: Cierto. Pero así de estúpida es muchas veces la ley, y de contradictoria. Supongo que quienes la hicieron trataron de ir contra los furgones antiguos como éste específicamente, para intentar sacarlos de circulación, y de ahí que se beneficie a otros. Discriminación positiva, lo llaman.
Geb: Pues es una pena, y eso probablemente explique el que se vean tan pocos Mercedes-Benz L319 por las calles.
Droid Drika: Puede ser, porque en efecto: conducir este tipo de furgones está lleno de trabas burocráticas y dificultades.
Geb: Muchas gracias, Droid Drika, por aclarárnoslo todo y darnos a conocer y presentarnos tu bonito Mercedes-Benz L319.
Droid Drika: Ha sido un placer. Gracias a vosotros por vuestro interés en estos bonitos e interesantes furgones.
| Redacción: Geb "El paparazzi" para Revista Coche | Dioramas gentileza de Reflejo Creative y Bburago
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