En la actualidad, un sencillo gesto con la cabeza o la mano por parte de un conductor suele ser suficiente para indicar a un peatón que puede cruzar la calle sin problema, pero en un futuro vehículo autónomo, ¿Cómo puede un coche que conduce solo, sin ningún humano a bordo, comunicarse con transeúntes, ciclistas o personas que conducen otros vehículos en carretera?
Con el objetivo de prepararse para este posible escenario, Ford Motor Company ha colaborado con el Instituto de Transporte Virginia Tech para llevar a cabo un estudio de experiencia de usuario para poner a prueba un método por el cual un vehículo de conducción autónoma pueda enviar señales de sus acciones, solicitando reacciones cotidianas a personas en carreteras públicas.
"Entender cuál será el impacto de los vehículos de conducción autónoma en el mundo actual es fundamental para comprobar que estamos creando la experiencia correcta para el día de mañana", ha asegurado John Shutko, técnico especialista de factores humanos de Ford. "Necesitamos solucionar los retos que suponen no contar con un conductor humano, así que diseñar un método de reemplazar las señales con la cabeza o las manos es fundamental para asegurarnos un funcionamiento seguro y eficiente de los vehículos de conducción autónoma en nuestras comunidades".
El proyecto de investigación conjunto, parte de los esfuerzos de Ford para tener en cuenta toda una serie de factores de la vida real que puedan asegurar que los vehículos puedan circular en carreteras con humanos de manera segura, busca encontrar los métodos más efectivos para permitir la comunicación entre un vehículo de conducción autónoma y otros usuarios de la carretera.
Los investigadores consideraron la opción de utilizar rótulos con texto, pero eso requeriría que todo el mundo entendiese el mismo idioma. Se descartó el uso de símbolos porque, tradicionalmente, cuenta con una baja tasa de reconocimiento por parte de los consumidores. Al final, se decidió optar por señales de iluminación. Las señales lumínicas para girar y frenar ya son un estándar entendido a nivel mundial, así que se consideró que un nuevo e innovador uso de la iluminación sería el medio más efectivo para crear un protocolo visual de comunicación para que un vehículo de conducción autónoma señalase a otros si estaba funcionando en modo de conducción autónoma o si estaba empezando a detenerse o a acelerar.
Así pues, Ford ha colocado una barra de iluminación en el parabrisas de una Transit Connect de pruebas. Se instalaron seis cámaras de alta definición que ofrecen una visión de 360 grados de las áreas que rodean al vehículo para capturar el comportamiento de otros usuarios de la carretera.
Para simular una experiencia de conducción totalmente autónoma, los investigadores desarrollaron un innovador disfraz de asiento para ocultar al humano sentado en el asiento del conductor. El traje, diseñado para ofrecer el aspecto de un asiento de conductor normal y corriente, crea la ilusión de que estamos ante un vehículo completamente autónomo, lo que resulta esencial para evaluar situaciones y comportamientos reales entre el vehículo y otros usuarios de la carretera. El equipo procedió a trabajar experimentando con tres situaciones distintas de imaginación para probar las señales que anuncian una acción del vehículo:
- Parada: Dos luces blancas que se mueven de un lado a otro, indicando que el vehículo va a detenerse completamente
- Conducción autónoma activa: Luz blanca fija que indica que el vehículo está en modo de conducción totalmente autónoma
- Arranque: Luz blanca parpadeante que indica que el vehículo está comenzando a acelerar
La Transit Connect de Ford simuló conducción autónoma en carreteras públicas del norte de Virginia (EE.UU) -una zona de gran densidad de tráfico y peatones- durante el mes de agosto. Los investigadores grabaron vídeos y registraron las reacciones de la gente. Se recopilaron más de 150 horas de datos en casi 3.000 kilómetros recorridos en entornos urbanos, incluyendo encuentros con peatones, ciclistas y otros conductores. Se activaron señales externas más de 1.650 veces en varias localizaciones alrededor de la ciudad de Arlington, incluidos cruces, aparcamientos, garajes y accesos al aeropuerto. Los investigadores utilizarán todos estos datos para entender cómo otros usuarios de las carreteras modifican su comportamiento en respuesta a las señales que emplea un vehículo de conducción autónoma.
"Este trabajo resulta valioso no solo para usuarios y fabricantes de vehículos, sino para cualquiera que vaya a caminar, conducir o pedalear junto a un vehículo autónomo en el futuro", asegura Andy Schdaut, director de proyecto del Centro de Sistemas de Vehículo Autónomo del Instituto de Transporte Virginia Tech. "Nos sentimos orgullosos de apoyar a Ford en el desarrollo de este importante estudio".
La búsqueda de un estándar para el sector Ford ya está trabajando con varias organizaciones del sector para impulsar la creación de un estándar de la industria, incluyendo la Organización Internacional de Estandarización (IOS) y SAE International. Un interfaz visual de comunicación común para todos los vehículos autónomos en cualquier lugar que la mayoría de la gente pueda entender ayudará a garantizar la integración segura de los vehículos autónomos en los sistemas de transporte existentes. Ford también reconoce la necesidad de un protocolo de necesidad para ciegos y discapacitados visuales. Por ello, está comenzando a realizar investigaciones en busca de una potencial solución como parte de un proyecto distinto.
"La preparación para un futuro en el que esté presente la conducción autónoma requiere que trabajemos todos juntos", asegura Shutko. "Por ello, abogamos por una solución estándar que pueda ser adoptada por el sector e implantada en todos los vehículos de conducción autónoma y la estamos desarrollando".