Cuando trabajas en una empresa de alquiler de coches como Sixt, con el tiempo desarrollas una enorme paciencia y un alto grado de tolerancia a los sustos; vamos, que estás curado de espanto y sabes que todo puede pasar.
Nunca se sabe qué tipo de conductor se pondrá al volante de los vehículos ni el estado en el que éstos volverán al parking, si es que vuelven...
Y, como muestra, un botón: Con motivo de la llegada de la Navidad, la empresa ha querido hacer balance del año y despedir el 2013 con una sonrisa en la cara. Para ello, han realizado una encuesta entre los "branch managers" de las distintas sucursales nacionales para que cuenten los casos más llamativos en cuanto a averías en los vehículos de alquiler.
Por ejemplo el de un cliente que advirtió que el mechero del coche que había contratado no funcionaba y tomó la iniciativa de llevarlo al taller de un amigo mecánico para solucionar el problema. El "manitas" desmontó la radio, tiró de unos cables y los conectó donde Dios le dio a entender. Por supuesto, después del apaño, el mechero era lo único que funcionaba en el coche.
En otra ocasión, un conductor dijo que le había caído un reno del cielo y había aterrizado sobre su parabrisas. Estaba en una zona montañosa y el animal seguramente resbaló con tan mala suerte que fue a parar al coche, que quedó bastante destrozado, por cierto.
Pero hay vehículos que ni siquiera sobreviven al primer mes. Un 22 de enero se matriculó un coche y el 21 de febrero, apenas 30 días después, la asistencia mecánica contactó con la empresa para informarles de que el cliente había encontrado el coche completamente calcinado. Era la segunda vez que se alquilaba ese turismo; murió joven, y no dejó un bonito cadáver. Además, tuvieron que contactar con la policía, un perito, una grúa… ya que el coche no podía trasladarse -ni aun siendo cargado- por si se desprendía alguna pieza por el camino.
Pero hay conductores de todo tipo. Los hay de esos que creen que lo importante es el interior, que el exterior es superficial; así que si se dan un golpe frontal con el coche y destrozan completamente el morro de un BMW, continúan circulando con él durante los días restantes como si nada hubiera ocurrido.
Otros, sin embargo, dan más importancia a la estética y se ven obligados a experimentar en los vehículos algún tipo de cambio de "look": desde unos japoneses que se las idearon para meter el coche en un estanque de barro y cubrirlo totalmente de lodo, hasta un BMW Serie 1 que volvió al parking de Sixt con un graffiti en el que se leía "PIJO", pasando por un cliente que sufrió un choque trasero con un Peugeot 508, convirtiendo esta berlina en un compacto.
Y éstos son sólo algunos de los casos, la lista continúa. Cuando suena el teléfono, nunca saben a qué van a enfrentarse pero, como todo en la vida, es mejor tomárselo con humor.
| Fuente: Sixt
No hay comentarios:
Publicar un comentario