La expedición "Ruta de la Seda 2013" está preparada para entrar en el decimocuarto y último país de su épico viaje desde Solihull hasta Bombay, tras atravesar Nepal y alcanzar la ciudad de Mahendranagar, en la frontera con la India. Dejando atrás las elevadas cotas y los escarpados picos del Himalaya, los tres prototipos Range Rover híbridos circulan ahora por peligrosas carreteras flanqueadas por campos de arroz y bosques tropicales.
El calor y la humedad, además de la densidad y la imprevisibilidad del tráfico, han ido en aumento con el paso de los días. La buena respuesta del motor híbrido a las necesidades del conductor, y su gran capacidad de aceleración, han permitido maniobras de adelantamiento seguras en carreteras con mucho tráfico de camiones y autobuses.
La séptima semana de las ocho programadas para la expedición comenzó atravesando el "Puente de la Amistad", el emblemático paso que salva el profundo desfiladero formado por el río Bhote Koshi en la ruta que une la ciudad china de Zhangmu con la villa de Kodari en Nepal. Uno a uno, los tres prototipos del nuevo Range Rover Hybrid cruzaron lentamente el puente mientras todos sus ocupantes, a excepción del conductor, seguían a pie el mismo recorrido por motivos de seguridad.
Al otro lado del puente restaba una accesible jornada de 137 kilómetros en su ruta hacia Katmandú. Sin embargo, el tráfico era muy denso y los caminos muy irregulares, por lo que el Range Rover tuvo que emplear toda la potencia de su mecánica híbrida y el impresionante recorrido de suspensión de 590 milímetros, líder en su clase, para permitir al convoy viajar sin problemas por las difíciles carreteras. Aun así, recorrer la distancia hasta Katmandú requirió nada menos que tres largas horas de atenta conducción, dato que confirma los múltiples desafíos que aún tienen por delante la próxima semana en las peligrosas carreteras de la India.
La siguiente etapa del viaje, de Katmandú a Pokhara, rodeada por tres de las diez montañas más altas del mundo, fue un tramo de 127 kilómetros de carretera que necesitó ocho horas de constante concentración. Aprovechar cada pequeño espacio en la carretera fue vital para poder esquivar bicicletas, triciclos, carros tirados por caballos, motos, automóviles, minibuses, autobuses, camiones, vacas, búfalos, perros sueltos y peatones que transitaban sin precaución.
La elevada posición de conducción del Range Rover fue una valiosa aliada, permitiendo a los conductores una mejor visibilidad para anticiparse a los peligros con suficiente margen. Las continuas frenadas a las que tuvo que hacer frente el convoy contribuyeron a optimizar los períodos de carga de las baterías del sistema de propulsión híbrido, garantizando una mejora en el consumo de combustible del propulsor SDV6 diesel de tres litros a pesar del cambiante ritmo de la conducción.
Los tres prototipos Range Rover híbridos están preparados para cruzar el puente sobre el río Mahakali, ya en la India, para afrontar los últimos 1.700 kilómetros de la expedición hasta la ciudad de Bombay.
| Fuente: Range Rover
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