Con la presentación de la Riva Aquarama Lamborghini, totalmente restaurada conforme a sus características originales, el mundo náutico ha recuperado una leyenda viva. Esta lancha, la Aquarama más rápida del mundo, fue construida hace 45 años para Ferruccio Lamborghini, el fundador de la mítica marca italiana de coches deportivos, y vuelve a estar lista para surcar las aguas. La restauración ha permitido recuperar una espléndida pieza de la historia de la construcción naval y automovilística.
Durante años, esta lancha motora estuvo arrumbada en un rincón de un almacén de yates, oculta bajo una lona. Pero, sobre todo, oculta al mundo. Los aficionados conocían la existencia de la legendaria Riva Aquarama de Ferruccio Lamborghini, pero no sabían adónde había ido a parar tras la muerte de su propietario en 1993. Hasta que un coleccionista holandés de piezas de Riva la localizó y la hizo restaurar por Riva World, un especialista de fama mundial en restauración de embarcaciones Riva, que la ha devuelto a su estado original.
Ahora, la embarcación ha vuelto a la vida en todo su esplendor y magnificencia, tras tres años de trabajo de restauración en astillero. Y es que Riva World no pudo obrar el milagro de un día para otro.Antes de acometer el trabajo, Sandro Zani, propietario de esta conocida empresa holandesa dedicada a la restauración de embarcaciones Riva, viajó a Italia con frecuencia en los tres últimos años, entre otras cosas para visitar el Museo Ferruccio Lamborghinicon el fin de documentar todos los detalles y elementos del original.
25 capas
El proyecto ha durado en total cerca de tres años, durante los cuales la Aquarama ha recuperado su estado original hasta en el más mínimo detalle. El casco de madera ha sido reparado, lijado y pulido; durante el proceso se le han aplicado nada más y nada menos que 25 capas de recubrimiento. El interior de madera también se ha reparado. Los asientos se han retapizado siguiendo fielmente el famoso diseño de Riva. Todos los botones y controles se han desmontado, reparado y reinstalado. Todos los cromados vuelven a brillar como el primer día. Y, como no podía ser de otra forma, se ha buscado un nuevo corazón para la Riva de Lamborghini: uno que hace de esta Aquarama rescatada del pasado la más rápida del mundo, gracias a dos exquisitos motores V12 Lamborghini procedentes del 350 GT, el primer Lamborghini que se construyó.
"Uno de los dos motores originales de la Riva se expone en el Museo Ferruccio Lamborghini, en Italia, pero no se encontraba a la venta para este proyecto", explica Sandro Zani. "Por ello, adquirimos otros dos motores V12 —tuvimos que buscarlos incluso en Estados Unidos— y los reconvertimos para que resultasen perfectamente aptos para un barco. El Museo Ferruccio Lamborghini nos permitió desmontar y recrear distintas piezas del motor original en las propias instalaciones del museo. Además, Lino Morosini, director de la división de motores de Riva hace 45 años y uno de los padres del Aquarama Lamborghini, nos proporcionó información adicional, que nos ayudó a adaptar los dos motores V12 refrigerados por agua mediante un circuito cerrado de diseño especial, de modo que se ajustasen en todo a los motores originales.
Bob Wallace
Otra valiosísima ayuda fue Bob Wallace, legendario piloto de pruebas e ingeniero de desarrollo de Lamborghini, fallecido hace no mucho. Bob proporcionó al equipo de Riva World información para adaptar los dos motores Lamborghini al uso náutico, para la conversión de los motores de manera que uno girase hacia la izquierda y el otro hacia la derecha, para incrementar la entrega de par a bajas revoluciones y para fabricar algunas piezas únicas.
El resultado: dos motores Lamborghini V12 de 4,0 litros con un sonido fantástico. Cada uno de ellos desarrolla 350 HP y está equipado con seis carburadores Weber (doce en total), con una banda de entre 700 y 5000 rpm y un par formidable que, después de diversos ajustes (entre otras cosas se ha aumentado el diámetro y la carrera) se encuentra disponible desde 150 rpm, aproximadamente. Los motores proporcionan a la Riva Aquarama Lamborghini una velocidad punta de unos 48 nudos, en comparación con los 40 nudos de las Aquarama normales, en las que Riva monta de serie dos motores V8.
Una pieza única de coleccionista, aprobada por Carlo Riva
Después de algunas pruebas en los Países Bajos, el pasado verano esta legendaria lancha deportiva se transportó hasta Italia, para llevarla al límite en las aguas del lago Iseo. Las pruebas se llevaron a cabo bajo la mirada atenta de Carlos Riva, fundador de la empresa, padre de todas las embarcaciones Riva y el hombre al que, en 1968, Ferruccio Lamborghini solicitó que le construyera una Aquarama en un plazo de tan solo tres meses.
Con la restauración de esta Riva Aquarama Lamborghini, única en su género, Riva World ha resucitado una leyenda. Se trata de una soberbia pieza de colección, sin igual en cuanto a nivel de acabados y estado de restauración, con la que Riva World espera cautivar una vez más a los entendidos de los deportes náuticos y, por qué no, también a los amantes de los fogosos deportivos italianos.
| Fuente: Lamborghini
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