El Chevrolet Aveo FIRST Mongol Rally alcanza la meta


El equipo del Chevrolet Aveo FIRST Mongol Rally ha llegado a la línea de meta del rally en Ulan-Bator. Tras cruzar 15 países, superar desiertos áridos y calurosos, vadear ríos y escalar pistas de montaña salpicadas de rocas, el equipo nunca olvidó su auténtico objetivo: recaudar dinero para ayudar a los niños.

Este viaje de 35 días comenzó el 14 de julio en el circuito de carreras de Goodwood, en el Reino Unido. Guy White, Ed Kliphuis y Arnout Schepers —el trío de Chevrolet participante en el rally— pasaron cinco semanas en un pequeño Chevrolet Aveo para completar este rally a Mongolia sin vehículo de apoyo, asistencia ni itinerario definido.



Cruzaron el mar Caspio hasta Kazajistán y condujeron el Aveo a través de tres ríos en Rusia y Mongolia, sin puentes ni carreteras. El equipo hizo noche en una yurta en Bangasakor, donde comieron con los lugareños filetes de yak y ger, un tipo de queso tradicional. Dada la ausencia de hoteles en la Mongolia rural, el equipo y un convoy de aventureros durmieron en el suelo de un restaurante coreano en las montañas Altai antes de conducir los últimos 1.000 kilómetros hasta Ulan-Bator. Todo un lujo, si lo comparamos con las noches durmiendo al raso y lavándose en ríos que pasaron en la mayor parte de la travesía por Mongolia.

El trío y su Aveo recorrieron un total de 14.500 kilómetros a través de Europa, Turquía, Azerbaiyán, Kazajistán y Rusia. Tuvieron que vérselas con riadas repentinas, pantanos, polvaredas de órdago y temperaturas que oscilaron entre los 45 grados de Kazajistán y varios bajo cero en el oeste de Mongolia.


En tan sólo un mes, cubrieron la distancia que recorre una familia media en un año, buena parte de ella por carreteras que los lugareños apenas recomendaban para un 4x4. Pese a todo ello, el Aveo sólo necesitó un cambio de aceite rutinario y pequeñas reparaciones de un amortiguador en Kazajistán.

"Hemos recorrido un tercio de la Tierra en esta aventura a bordo de nuestro pequeño pero fiable Aveo, que ha tenido la fuerza suficiente para superar las carreteras más complicadas del mundo", comentó Guy White. "Desde las brutales pistas de Kazajistán, a medio hacer y capaces de acabar con cualquier coche, hasta el calor y las arenas abrasadoras del desierto del Gobi, el rally ha sido más duro de lo que esperábamos. Fue la prueba más dura a la que puedes someter a un coche, pero nada comparado con las adversidades a las que se han enfrentado los niños que conocimos".


El Aveo empieza una vida nueva en Mongolia
Además de completar el rally, el objetivo final del equipo Chevrolet era ayudar a las Aldeas Infantiles SOS de Mongolia. Aquí es donde el Aveo 1.2L desempeñará un nuevo papel: ofrecer un medio de transporte esencial para esta organización benéfica infantil. El equipo también recaudó 5.400€ para la Aldea Infantil SOS de Mongolia.

Las Aldeas Infantiles SOS se dedican a prestar atención familiar a largo plazo a niños que ya no pueden crecer con sus familias biológicas. Proporcionan apoyo para que los niños crezcan en un entorno familiar estable. Chevrolet anunció en 2011 una colaboración con la organización benéfica con motivo de las celebraciones de su centenario, y ya ha donado 102 coches a Aldeas Infantiles SOS del mundo entero. El Aveo de los aventureros —que sólo necesitó una buena limpieza a fondo antes de la entrega— aumentará la movilidad de los niños y de sus padres SOS en el norte de Mongolia.


"Las visitas que hemos hecho a las Aldeas Infantiles SOS han sido toda una lección de humildad. Es difícil imaginarse qué podría haber sido de estos niños sin el amor y el apoyo que reciben de sus familias SOS", añadió Guy. "En Ulan-Bator, los niños salían de todas partes, con los ojos como platos y asombrados ante aquel pequeño coche con un gran balón de fútbol inflable en el techo. No se podían creer que habíamos venido desde el Reino Unido", afirmó Guy. "Uno de los chicos nos dijo que su sueño era viajar él también por todo el mundo en este coche".

Los aventureros también entregaron un paquete sanitario donado por la Aldea Infantil SOS de Austria, además de varios balones de fútbol prácticamente indestructibles. Estos balones fueron creados por el proyecto One World Futbol, un programa juvenil patrocinado por Chevrolet.

"Los niños nos enseñaron la aldea y nos pasamos horas jugando al ajedrez y otros juegos con grupos de chicos increíbles", relató Guy. "También vimos en primera persona cómo el Aveo da a los niños acceso a su propio medio de transporte por primera vez. La verdad es que esto dio sentido a este reto tan alocado que hemos vivido y pudimos ver cómo mejorará la calidad de vida de muchos niños de Mongolia en los años venideros".













| Fuente: Chevrolet

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