Todos quieren ser ricos. Y Sillicon Valley es uno de esos sitios donde, dicen, cuando llueve en lugar de caer agua caen billetes. De dólar, pero da lo mismo. Es dinero al fin y al cabo. Hacia allí se fue Luca Cordero di Montezemolo, como sabes, jefe de Ferrari. Su objetivo: intercambiar ideas con los CEOs de Apple, Tim Cook, y los responsables de Google, además de darles una charla a más de 500 estudiantes de la Universidad de Standford apiñados en una sala (lo puedes ver en las fotos), intentando captar las recetas mágicas con las que al día siguiente pudieran hacerse de oro. Como si Montezemolo las tuviera (y, de tenerlas, se las guardaría bien para sí, no vaya a ser que el planeta entero se haga rico y luego sus coches dejarían de tener el pedigrí y exclusividad que tienen).
Lo que dijo Montezemolo... bueno, lo que está en el manual: "sigan sus sueños", "sean creativos", "la pasión y atención en los pequeños detalles es lo que hace especial a nuestros coches"... Pero en fin, ¿en serio te interesa? Seguro que no.
Después de la charla de unas dos horas de duración, Tom Cook le pidió ver el Ferrari FF y escuchar el sonido de su motor de 12 cilindros. Y es que, al final, las buenas palabras adornadas quedan muy bien cuando sabes que al día siguiente tienes el pan asegurado para llevarte a la boca. Me gustaría ver una charla de alguno de ellos ante los integrantes de un campo de refugiados de Somalia. Por poner un ejemplo. A ver si se dan cuenta de que hablar es muy fácil. Desgraciadamente, lo es porque es gratis. Deberían empezar a cobrar por hablar. Todos saldríamos ganando.
| Redacción: Revista Coche
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