Hoy es un gran día para Chrysler. Bajo su representación en el Reino Unido, Chrysler UK, la mítica marca americana vive su relanzamiento, tras su compra por parte de Fiat y posterior "muerte" de la firma americana en el resto de países del viejo continente, a favor de las otras marcas del grupo Fiat, con Lancia principalmente a la cabeza (en un intento por enmascarar las bajas cifras de ventas de los italianos fuera de su propio país, en donde, eso sí, Lancia vende bastante).
Y Chrysler se presenta de nuevo para los ingleses con una campaña publicitaria cuya inversión ha supuesto un coste de 10 millones de libras, para que todo el mundo oiga hablar de su "reentrada" en el mercado. Aunque de hecho, del inglés al menos, nunca se fuera.
Es curioso, la marca que hizo desaparecer a Simca (mal vendiéndosela a Peugeot, y "mal transformada" por estos en Talbot con el fin de lograr unas ventas que nunca consiguieron en el Reino Unido), sufre ahora ella las mismas penalidades: destinada a los británicos como marca arrinconada en Europa. Quien lo ha visto y quien lo ve.
Resulta llamativo que la entonces todopoderosa Chrysler, con marcas decanas en Norteamérica y, un día, baluarte junto a Ford y Chevrolet del imperio motorizado de los Estados Unidos (con Detroit como "ciudad del motor" por antonomasia entre los yankees), se vea ahora con modelos clónicos de una marca que no le hacía ni sombra hace algunas décadas como Fiat (en los noventa, recordemos, Fiat estuvo a un pelo de desaparecer), y relegada ahí, "en el vagón de cola". Cómo cambia la vida.
| Redacción: Revista Coche
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