Flaminio Bertoni, el genial diseñador italiano, autor de las líneas del Citroen Traction Avant y que había dulcificado las del TPV, transformándolo en el simpático 2CV que generó unanimidad en su diseño, comenzó a trabajar en las formas del DS en 1938, inicialmente como un rediseño del Traction Avant. Con el transcurso de los meses, el proyecto tomó una nueva dirección y antes del estallido de la Segunda Guerra Mundial, la dirección de Citroen comunicó a Bertoni que el objetivo ya no era la mejora del Traction, sino el lanzamiento de un nuevo "Coche de Gran Difusión": con nombre de código VGD, es decir, el futuro DS.
Bertoni, liberado de los vínculos técnicos con el Traction del primer encargo y de acuerdo con el coordinador general del proyecto, el ingeniero André Lefebvre, empezó a esculpir (Bertoni era más un escultor que un diseñador) la imagen del nuevo coche sobre la base de la forma de la gota de agua que -Lefebvre no dejaba de repetirlo- era la forma que el líquido adopta para atravesar el aire y, por lo tanto, la más aerodinámica.
Sucesivamente, entre 1953 y 1954, Bertoni se inspiró en la forma de los peces y un domingo por la mañana creó la escultura casi definitiva del futuro DS19.