Hace 50 años, Mercedes-Benz presentaba su Clase SL de dos puertas en Ginebra


El lanzamiento del Mercedes-Benz 230 SL en el Salón de Ginebra, en marzo de 1963, causó no poca sensación: nueve años después de la introducción del 300 SL (W198), y del 190 SL (W121) en 1954, Mercedes-Benz presentaba al mundo del motor un sucesor a los modelos SL. Conocido internamente como W113, el roadster de dos asientos se caracterizaba por su confort excepcional, sus prestaciones, y su seguridad ejemplar.

El equipo de desarrollo, con el jefe de diseño Friedrich Geiger a la cabeza, produjo un coche contemporáneo distintivo y seguro, siendo el 230 SL el primer coche de producción en contar con un armazón de seguridad con un compartimento del pasajero rígido y zonas de deformación delante y detrás. El equipo de diseñadores trabajó en el W113 reflejando la idea de desarrollo de Béla Berényi con respecto a la seguridad pasiva de los automóviles.



La característica silueta curvada hacia dentro del techo del coupé, extraíble, que mejoraba la seguridad pasiva, y la estabilidad mejorada, manteniendo al mismo tiempo un peso bajo (techo diseñado por Paul Bracq), que recuerda de alguna manera el barrido del techo de una pagoda, sería la causa de que pronto adquiriese el apogo de "Pagoda".

En el apartado técnico el Roadster llevaba el motor del Mercedes-Benz 220 SE (W111), contando con un bastidor reducido, reforzado y con menor distancia al suelo, además de asientos deportivos. El motor en el 220 SE tenía una potencia de 150 CV (110 kW), un M127 de seis cilindros en línea que desplazaba 2.306 cc cuando fue lanzado al mercado en el año 1963. Además, podía contar opcionalmente con una transmisión automática de cuatro velocidades.


A finales de 1966 el 230 SL fue sucedido por los modelos 250 SL, con motores de seis cilindros en línea (M129) cuya potencia era de 150 CV (110 kW) pero que generaban un 10% más de par. Esto significaba que el coche podía acelerar de 0 a 100 km/h en 10 segundos, siendo 1,1 segundo más rápido que el modelo lanzado en 1963. La velocidad máxima de ambos (el 230 SL y el 250 SL) era de 200 km/h.

Finalmente, en 1968, el 280 SL con el motor M130 fue la tercera versión de los modelos W113 introducidos en el mercado. Con un motor de seis cilindros en línea, de 2.778 cc, que desarrollaba 170 CV (125 kW), aceleraba de 0 a 100km/h en 9 segundos. Su tope de velocidad era de 200 km/h, una cifra más que respetable para la época.


Tres modelos SL fueron realizados con base al W113, en variantes roadster y techo con capota, así como una de techo removible. Además, de forma opcional se podía pedir un asiento en la parte trasera.

La producción del W113 terminó en marzo de 1971, con 48.912 unidades fabricadas. El completamente nuevo y rediseñado sucesor fue el modelo de las series R107, el cual sería el primer modelo de la Clase SL en montar un motor de ocho cilindros.








| Redacción: Revista Coche

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