Un coche muy peculiar hecho de magnesio


A veces entre los e-mails que nos envían, nos llegan algunas cosas realmente curiosas. Ésta es una de ellas, que me ha llamado la atención de inmediato. Se trata de un modelo que su dueño, Philippe Nazet, ha decidido poner a la venta, y que probablemente pocas veces habréis visto y es eso precisamente, la curiosidad del mismo, lo que nos ha llevado a presentároslo. Se trata del Satecmo Eolia, un coche único fabricado a mano -o, más bien, de forma artesanal- entre 1954 y 1958 (si buscáis por Google veréis que muchos sitios dan su fecha de aparición como 1958, y ello se debe a la finalización del proyecto). Su estampa nos recuerda a los Renault 4CV de la época, y no es de extrañar, porque tomaron como base precisamente un Renault, y como silueta y diseño a los Alpine.

Pero lo más peculiar de este coche es su carrocería, realizada íntegramente en magnesio. Aunque suene exótico, y siempre se hable una y otra vez de carrocerías de magnesio para los coches, pero nunca se acabe de concretar (o, al menos, de realizar masivamente con modelos en serie), como veis el utilizar magnesio ya viene de mucho antes.




Las principales cualidades del magnesio respecto al acero es su menor peso, manteniendo una dureza similar y, además, a ello se le añade su mayor resistencia a la corrosión. Una carrocería de magnesio no es solo más ligera que el acero, en realidad (75% ligera respecto a otra similar en acero), sino que es también más ligera que el aluminio (33% más ligera). Además, el magnesio es un metal común, y su menor peso hará que se reduzca el consumo de combustible entre un 9 y un 12%. Con todas estas bondades, os preguntaréis por qué ya no se utiliza. Bien, básicamente el problema está en el proceso productivo, tanto en el manejo de las piezas como en su troquelado y fresado, con dificultades para hacerlo con precisión, por lo que el proceso de producción se alarga y, como bien sabéis, a más tiempo fabricándose, más caro es el coche. No obstante todas esas dificultades son superables con las nuevas tecnologías excepto, al parecer, una, que es la que impide que haya coches con carrocería de magnesio por todos lados: las exigencias de rigidez. No parece haberse conseguido -todavía- un proceso barato, rápido, y que ofrezca piezas con una rigidez similar al acero para cumplir los requisitos actuales de seguridad.

Finalmente, decir para quien esté interesado en este peculiar Satecmo Eolia, que su dueño lo vende a 280.000 €.





| Redacción: CODE Intermedia | codeintermedia.com

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